En este elemento sería importante diferenciar tanto a las personas que están implicadas como a los elementos psicológicos (emociones, sentimientos, autoestima, percepciones…) que puedan estar involucrados en la situación del conflicto.
Aunque en algunos conflictos solo habría dos personas implicadas, en la mayoría de ellos siempre podemos encontrar más, aunque no estén directamente involucradas; incluso no estando directamente involucradas pueden influenciar el resultado o la dirección del proceso.
Es importante no olvidar los aspectos psicológicos y tener en cuenta que la persona involucrada en el conflicto tiene su propia perspectiva del problema en la que se mezclan las emociones y los sentimientos propios con los hechos, viendo la realidad como se quiere ver, no como realmente es.
Deberíamos procurar:
- Escuchar tomándose el tiempo necesario y mostrar respeto las partes.
- Facilitar la comprensión de las emociones.
- Ahondar en las percepciones de la situación de cada parte implicada.
- Ayudar a clarificar cómo el comportamiento de las otras personas y la situación han afectado a las partes.