Este blog hace referencia a las diferencias que enfrentan a las partes. Estos problemas pueden ser de diferentes tipos (diferentes valores, diferentes puntos de vista en las decisiones…).
Es más fácil comprender un conflicto si atendemos a los siguientes términos: asuntos, intereses, necesidades y posiciones.
- Asuntos: Serían las diferentes áreas de incompatibilidad que tenemos que tratar para solucionar el problema.
- Los intereses: El motivo por el que cada uno de los intereses interesa o importa a las personas.
- Las necesidades: Lo mínimo que se necesita para satisfacer a la persona.
- Las posiciones: Comportamientos y actitudes concretas para resolver un conflicto.
Para iniciar el proceso de resolver un conflicto, es necesario conocer cuáles son las necesidades e intereses reales que lo originan y tratar de evitar centrarse en soluciones posicionales.
Los intentos irán dirigidos hacia:
- Separar a las personas de los problemas; para ello es necesario aclarar las áreas de interés y los problemas más concretos.
- Descubrir las necesidades e intereses (origen de los problemas).
- Identificar los principios y valores comunes.