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G-Lab-2b - Proyecto de investigación #1

¿Cómo puede emerger la cooperación en entornos de crisis y conflicto intercultural?

DOI INVESTIGACIÓN: 10.13140/RG.2.2.35795.03365

La cuestión de cómo puede emerger la cooperación en entornos interculturales de crisis y conflicto apunta directamente al núcleo de los desafíos globales contemporáneos: crisis climática, tensiones geopolíticas y polarización social e intercultural. A pesar de poseer herramientas sofisticadas, conocimiento sin precedentes y canales de comunicación instantáneos, la humanidad parece en gran medida incapaz de articular una cooperación intercultural sostenible a gran escala. Esta paradoja exige no solo comprensión teórica, sino marcos prácticos de diagnóstico y cambio capaces de transformar entornos de crisis en sistemas emergentes de cooperación.

La emergencia constituye un fenómeno donde la interacción entre elementos simples genera propiedades completamente nuevas, aparentemente imposibles de predecir a partir de las partes individuales. Para comprender este fenómeno en contextos de cooperación y crisis, esta investigación empleó un enfoque teórico-empírico integral. Los modelos actuales de cooperación han sido evaluados críticamente en términos de sus contribuciones y limitaciones en diferentes escenarios, que incluyen geopolítica internacional, entornos empresariales, contextos educativos y ámbitos de la sociedad civil.

Los hallazgos clave del enfoque teórico revelaron seis dimensiones fundamentales, y su interrelación, que conforman una cooperación efectiva y armónica en entornos interculturales de crisis: tres dimensiones relacionales: Confianza, Visión Compartida y Resonancia, que constituyen el sustrato emocional y a largo plazo, y tres dimensiones instrumentales: Comunicación, Urgencia y Organización, que proporcionan mecanismos prácticos a corto plazo. Esta estructura de marco permitió el descubrimiento tanto de patrones de disposición, que indican preparación para la cooperación en cada dimensión, como de patrones de resistencia que revelan obstáculos precisos que impiden la cooperación, permitiendo un diagnóstico sistemático de lo que facilita o bloquea la emergencia cooperativa. Además, la investigación descubrió que medir estos patrones revela la brecha entre el estado actual y el estado futuro deseado, permitiendo la priorización y el grado de las intervenciones. Adicionalmente, y según los diferentes dominios del entorno, la investigación identificó seis etapas críticas en la evolución de crisis: Pre-Crisis, Crisis Latente, Crisis Desarrollada, Crisis Profunda, Transformación de Crisis y Post-Crisis.

Desarrollo simulador empírico

Esta base teórica condujo al desarrollo de un simulador empírico (ECOOPx), que se basa en el examen cualitativo y cuantitativo de diferentes niveles de cooperación en las diferentes dimensiones y etapas de crisis. La fase empírica aplicó el Simulador ECOOPx a través de diversos estudios de caso que abarcaron los cuatro escenarios distintos, en diagnóstico cruzado con las dimensiones de cooperación que permiten funciones de pronóstico. Este enfoque multi-escenario aseguró la versatilidad del modelo y su validez transcontextual, pero también permitió calibraciones sucesivas del simulador empírico mejorando la fiabilidad y consistencia de los resultados.

La aplicación empírica del simulador con diversos estudios de caso reveló perspectivas críticas sobre las dinámicas de cooperación durante la evolución de crisis. En los cuatro escenarios, la investigación mostró fundamentalmente que las dimensiones relacionales sólidas resultan esenciales para lograr una cooperación sostenible y una transformación exitosa de la crisis, mientras que las dimensiones instrumentales, aunque generan actividad inicial, no pueden sostener la transformación a largo plazo. Adicionalmente, la investigación confirmó que las memorias de cooperación pasada crean bases valiosas para la cooperación futura, acelerando significativamente las capacidades de respuesta en nuevos contextos de crisis.

De manera contraintuitiva, abordar conflictos durante las etapas tempranas de crisis fortalece en lugar de debilitar la resiliencia cooperativa, ya que estas tensiones tempranas forjan mecanismos robustos de resolución de problemas. Finalmente, la detección temprana de crisis emergió como un factor crucial para reducir la resistencia a la transformación, permitiendo un proceso más fluido a través de las etapas de evolución de la crisis.

Instituciones colaboradoras