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Este artículo pretende explorar los papeles complementarios de la iniciativa y mejora individual y la inteligencia colectiva a la hora de abordar retos sociales y ecológicos.

Una vez más en la historia de la humanidad, estamos en una época caracterizada por una multitud de crisis interconectadas. El termino policrisis fue por primera vez utilizado por mi compañero Adam Tooze, en 2011. Muchas supuestas certezas que teníamos en nuestras sociedades han demostrado ahora ser dudosas y tenemos de nuevo: las guerras locales y cada vez más globales e interculturales, la inflación, la crisis energética, el coronavirus y la crisis climática. Como sociedades (o sociedad en global) nos enfrentamos al reto de desarrollar soluciones sostenibles, o como mínimo acercarnos a ellas con visiones viables.

«No empeorar», no es suficiente para una sociedad y tampoco para una democracia

Parece que en muy poco tiempo, el mundo ha alcanzado un nivel amenazador de vulnerabilidad a las actuales perturbaciones ( guerras globales e interculturales, la inflación, la crisis energética y la crisis climática ). ¿Dado la complejidad de la policrisis, se pueden seguir reconociendo y evaluando correctamente estas amenazas en todas sus facetas?

«Un futuro, del cual solo se espera de no ser peor que la actualidad, no es suficiente para una sociedad y tampoco para una democracia.»

El poder del individuo y la inteligencia colectiva

Una policrisis, con retos sociales y ecológicos solo se puede solucionar con una inteligencia colectiva, pero Jorge Revilla, docente en  autoindagación comenta que se puede trabajar desde la raíz: «como individuo se puede contribuir significativamente en la resolución de conflictos y crisis haciendo ejercicios constantes de introspección para estar más presente y entender los problemas de otra perspectiva.»  En este aspecto también encaja la responsabilidad personal:  cada individuo puede y debe educarse y sensibilizarse sobre los desafíos interconectados que estamos enfrentados, desde el cambio climático hasta las iniquidades sociales de migración e integración. Nuestras decisiones y acciones cotidianas influyen en estos retos a gran escala. Desde mi punto de vista es imperativo adoptar un estilo de vida más pacifico, sostenible y ético, lo cual incluye desde reducir nuestro consumo de recursos hasta apoyar a empresas locales y políticas comprometidas con la sostenibilidad.

Aquí es donde conecta la inteligencia colectiva como mecanismo para desarrollar y aplicar soluciones a los problemas complejos e interconectados.

Inteligencia colectiva: Cooperación para el bien común

El bien común persigue una estrecha cooperación y el uso compartido de la inteligencia. Por otro lado también incluye el desarrollo conjunto de objetivos de sociedad y recursos y un reparto equitativo de riesgos y beneficios. Es importante entender que el bien común representa un objetivo global que hace hincapié no sólo en el resultado, sino también en el camino hacia él, lo que permite promover la solidaridad humana, compartir conocimientos y distribuir beneficios de forma colectiva dentro del marco de la democracia.

«El bien del hombre es un bien que debe realizarse en comunidad.»  Platón.

El «framework» de los 3 horizontes puede ofrecer una estructura para pensar en la innovación y el cambio a lo largo plazo, pasando por un proceso de transición.

H1: Mejora y optimización actual – El horizonte 1 se enfoca en la cooperación estrecha y el uso compartido de la inteligencia dentro de los sistemas existentes. Esto incluye promover la colaboración entre individuos, organizaciones y sectores para compartir conocimientos y recursos de manera más efectiva. Se busca optimizar las prácticas actuales para un reparto equitativo de riesgos y beneficios, asegurando que la política refleje estos principios de justicia y cooperación.

H2: Transición y desarrollo de nuevas prácticas – El horizonte 2 se centra en el desarrollo conjunto de NUEVOS objetivos de sociedad y recursos, lo que implica una fase de transición hacia nuevas formas de colaboración y modelos económicos que sirvan mejor al bien común. En este horizonte se puede experimentar con nuevas políticas, estrategias y tecnologías que pueden facilitar una distribución más justa de los recursos y los beneficios.

H3: Visión a largo plazo y transformación sistémica – En el horizonte 3, la visión a largo plazo del bien común se traduce en la transformación sistémica de la sociedad y la economía. Este horizonte busca establecer nuevos paradigmas para la cooperación global y el uso compartido de la inteligencia, así como para el desarrollo y la implementación de innovaciones.

 

Author Leonard Glab Frontera

Explorando el impacto de la comunicación y el lenguaje en entornos de crisis y conflictos interculturales. >Profesor Universitario, Mediador Intercultural certificado y fundador del ThinkTank G-lab-2b.<

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